miércoles, 12 de enero de 2011

CON CLARA LUZ LA ALEGRE PRIMAVERA.

Con clara luz, la alegre primavera,
cada mañana en mi alma explota,
para, poco después, mi razón rota
recuerde éste que soy y aquél que era.

¿Cómo pudo ocurrir, torpe destino,
que aquél que fuera ayer robusto roble,
de recto tronco y apostura noble
no llegue a ser hoy ni humilde pino?

Y viene a mi mente otoñecida
que, a pesar de que ya es primavera,
no le ocurre lo mismo a esta mi vida

pues todo lo que ocurre y pasa por mi vera
lo veo como tabú, cosa prohibida,
que igual que viene, va, y a la ligera.