Y volvió a renacer al tercer día,
según ya predecían las Escrituras,
para evitar a todos las amarguras
del que vive en pecado todavía.
Esa Pasión, Señor, que Tu sufriste,
que derramó Tu Vida Generosa,
que pesa en mi alma, cual dura losa,
con el Amor Divino, Tu la venciste.
Por ese Amor, Señor, yo a Tí te admiro
y quisiera saber seguir Tus pasos,
más cuando, para atrás, yo a veces miro,
y veo que en mi vida solo hay fracasos,
reflexiono y me digo: "Sólo es un giro".
"Es ver amaneceres, jamás ocasos".
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