Y el cielo se cubrió de negras nubes
y la mar se arboló de crespas olas
Y Dios cerró sus ojos por no verme
y yo y mi soledad quedamos a solas.
Y busqué como un ciego tu hermosura
y topé, vez tras vez, en la misma roca
y mi vida tornose noche oscura
y no salió tu nombre de mi boca.
Y luché y grité por encontrarte
y grité y rogué porque me oyeras
y rogué y lloré por abrazarte
y lloré y sufrí porque me vieras.
Y por fin descubrí como es la vida
y al final me rendí a mi negra suerte
y al fin me resigne a tu despedida
y me senté a esperar la dulce muerte.
Ahora me descubro jjlupo
ResponderEliminaraquí hay fibra y emoción
has desgranado en verso
desconsuelo y resignación
Gracias.
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