Yo no quise esta pasión
que me corroe y me mata,
destroza mi corazón
y a tu corazón me ata.
Me ata sin yo querer,
pues me duele tu labor,
me duele tanto mujer,
que ya no quiero tu amor.
Ese amor que más que amor,
son unos celos muy fieros,
porque otros disfrutan ¡ay dolor!
de ti que tanto te quiero.
Porque te quiero mujer,
quiero darte libertad,
para que puedas hacer
lo que a mi me va a matar.
Porque ningún hombre honrado,
puede aguantar sin dolor,
que por otros sea vejado,
el centro de su pasión.
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