Un muchacho de ciudad
se enamoró un buen día
de una chica montaraz
que también a él quería.
de aerofagia padecía
y al oir hablar de amor
muy nerviosa se ponía,
tanto que para su horror,
los pedos se le salían.
a un amigo consultó
y éste, que era un guasón,
y un bromista redomado,
le dijo sin disimulo:
"que la gente de aquel pueblo,
en cuestiones del amor,
se expresaban con el culo".
un experto en el amor,
delante de la zagala,
su culo blanco sacó
y ante sus ojos asombrados
pata abajo se cagó.
Este me ha encantado!
ResponderEliminarSigue así, el blog está genial :D