Tengo mi corazón sin ti ya tan vacío
y mi alma llorando tanta ausencia
que pierdo mi razón y hasta mi sentido,
junto a mis labios, ruega tu presencia.
Me duele tu dolor, todas tus penas,
tanto dolor yo siento aquí en mis centros,
que me ahoga la pasión y me envenena.
Y hasta la sangre que corre por mis venas,
como el agua salobre mar adentro,
se encrespa y se agita, cual galerna.
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