Y yo no le importo "na"
a la mujer de mis sueños,
y yo no le importo "na",
me tiene loco "perdío",
pero a ella le da igual,
¡ay, ayúdame Dios mío!
La cara es de una Virgen,
sus ojos son como el sol,
y su cara de una Virgen,
¡ay que pena, que dolor!
que yo no "puea" tenerla
"pa" ser felices los dos.
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