Te expoliaron los fenicios,
griegos, cartágos, romanos
y continuó el suplicio
con los bárbaros germanos.
Los árabes después llegaron
con sus huestes bereberes
y los cristianos luchamos
hasta hacer bien los deberes.
Ocho siglos convivimos
entre batallas y guerras,
más conseguimos echarlos
y descubrir nuevas tierras.
Entre intrigas palaciegas,
revueltas de Comuneros
e Inquisición de fé ciega
fuimos perdiendo terreno.
Los reyes se sucedían
y también las dinastías
y llegaron los franceses
a conquistarnos un día.
Más, con guerras de guerrillas
y ayuda de anglosajón,
conseguimos ¡oh maravilla!
vencer a Napoleón.
Nos dimos una Carta Magna,
que abolió "El Deseado",
conocida por "La Pepa",
que a ese rey no había gustado.
Más no para aquí la lista,
pues por reinar Isabel,
llegó las Guerras Carlistas
y ¡a matarnos otra vez!
A la Borbona echamos
y pusimos al de Saboya
y Amadeo duró menos
que en un comedor una hoya.
Tuvimos una república,
los borbones otra vez,
otra Segunda República
y otra guerra, de años, tres.
La Guerra Civil acabó
dejando un millón de muertos;
la dictadura empezó,
Franco ya tenía un huerto.
Cerca de cuarenta años
nos tuvo con rienda corta,
con hambre y desengaños
pero a Franco "na" le importa.
Por fin "estiró la pata"
y llegó la democracia
y aunque no sea perfecta:
¡al fin libres! ¡a Dios gracia!