No vuelvo a escribir un soneto,
hace un tiempo yo me dije,
porque es un poema inquieto
al que alguna vez maldije.
Te obliga a dos cuartetos
con las rimas consonantes
y luego van los tercetos
con sus rimas ¡qué tunantes!.
Y a pesar de lo que he dicho,
parece que fuera necio,
pués me salió este mal bicho:
¿un soneto?, ¡un adefesio!
que ni sirve para un nicho
con cuartetos en serventesio.
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