La soledad me persigue,
la tristeza me acompaña,
el amor, de mi, se ríe,
hasta la amistad me engaña.
¿Qué delito cometí,
qué pecado heredaría,
para que la vida, a mí, ´
me resulte tan valdía?
He sido un niño obediente,
un soldado bien mandado,
un padre muy diligente
y un esposo enamorado.
¿Por qué no encuentra mi alma
consuelo para su pena?
¿Por qué se extingue la llama
en mi corazón de cera?
¿Por qué....?
¿Por qué....?
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